La Inundación de Nuestra Confianza
Editorial RMG
Publicado en 19/06/2024

Editorial: La Inundación de Nuestra Confianza

 

Las lluvias de los últimos días nos dejaron un panorama ya conocido en Lo Prado. No es nuevo ni sorprendente la facilidad con la que nuestras calles y canchas se inundan, haciendo imposible el uso de estas y dificultando la movilización de nuestros vecinos. Las imágenes de calles anegadas y espacios deportivos inservibles se han convertido en una rutina que lamentablemente hemos aprendido a aceptar.

 

Sin embargo, este problema recurrente no solo pone en evidencia las falencias en infraestructura, sino que también se convierte en un escenario oportuno para la crítica política. No es raro ver a aspirantes al sillón municipal o a la mesa del Concejo Municipal aprovechándose de la situación para criticar la deficiente —según ellos— administración del alcalde Maximiliano Ríos. Las promesas de soluciones rápidas y efectivas resuenan en cada esquina, buscando ganar el favor de un electorado cansado y frustrado.

 

Lo que resulta más curioso y hasta indignante es ver a concejales, cuya primera y más importante labor es fiscalizar, utilizando estas mismas tácticas de campaña simplista y populista. La pregunta que surge es inevitable: ¿qué han hecho durante sus años como concejales de nuestra comuna? Si no han logrado cumplir su rol fiscalizador de manera correcta, ¿qué les hace pensar que podrían conseguir una administración con mejores resultados que los actuales?

 

Es fundamental recordar que la función de un concejal no se limita a señalar con el dedo acusador cuando las cosas salen mal. Su papel es esencialmente preventivo y correctivo, buscando garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y que las decisiones del gobierno local sean las más adecuadas para el bienestar de la comunidad. Si la infraestructura de Lo Prado sigue fallando, es responsabilidad compartida de quienes, desde sus cargos, deberían haber trabajado para evitarlo.

 

La inundación de nuestras calles es, en cierto sentido, una metáfora de la inundación de promesas vacías y críticas estériles que sufrimos cada temporada electoral. La verdadera solución no vendrá de discursos grandilocuentes ni de campañas rimbombantes, sino de un compromiso real y sostenido con la fiscalización efectiva, la transparencia y la ejecución de proyectos que realmente respondan a las necesidades de nuestra comuna.

 

Los vecinos de Lo Prado merecemos más que palabras y promesas. Merecemos acciones concretas y responsables, un gobierno local que trabaje por soluciones a largo plazo y un cuerpo de concejales que cumpla con su deber de fiscalizar y proponer mejoras sustanciales. Solo así podremos empezar a ver un cambio verdadero en nuestra comunidad, dejando atrás no solo las inundaciones físicas, sino también las de decepciones políticas.

 

Es hora de que nuestros representantes, actuales y futuros, demuestren con hechos su capacidad para gestionar y mejorar nuestra comuna. La confianza de los vecinos se construye día a día, con trabajo serio y comprometido, y no con oportunismo político ni campañas basadas en la crítica fácil. Que estas lluvias sean un llamado de atención para todos, recordándonos que el cambio empieza por una responsabilidad compartida y un verdadero compromiso con Lo Prado.

 

EDITORIAL RMG

Comentarios
¡Comentario enviado exitosamente!